Amable Arias
Superficie y hondura del paisaje
Amable Arias se inicia en el óleo pintando paisajes en su pueblo natal de Bembibre, en 1956. Desconoce por completo este procedimiento pictórico. Alonso-Pimentel nos aproxima una cita de Amable que define lo que será su identidad de pintor: «Me inquietaba la técnica. Había oído tanto sobre las técnicas de los clásicos que abrumado sentía una gran angustia. Como esto era para mí casi insalvable, pensé que si pintaba hoy, no tenía qué coger nada de otros, esto es, una técnica de otra época. Y firme en esto luché con la mayor voluntad para tener una técnica de esta época, pero sin ser nada más que mía». En efecto, Amable se negó durante mucho tiempo a estudiar a otros pintores, no sólo a los clásicos, sino incluso a los que tenía alrededor, en un intento de ser un pintor genuino, diferente a todo lo pintado hasta entonces. No obstante, por la materia y el marcado expresionismo de esta primera época se acerca a Van Gogh o Soutine, y formalmente a algunos paisajistas de la Escuela de Madrid e, incluso, en ciertos paisajes rurales sólo parcialmente coloreados, al no menos singular Egon Schiele.
Pintar en Bembibre supuso para Amable Arias un esfuerzo casi sobrehumano por su incapacidad para moverse y sostenerse en pie sin recurrir a las muletas. Se desplazaba a primera hora del día en el camión que subía al personal minero, y con ellos regresaba al atardecer, en una fatigosa jornada en la que solo contaba con la ayuda de una persona que transportaba los bártulos de pintar. Pero como señala su biógrafa, resulta significativo que viviendo en el País Vasco, donde existía una fuerte tradición de pintar paisajes y marinas con la técnica impresionista, Amable pintara únicamente paisajes bercianos. «Son las montañas agrestes y no el mar lo que le atrae. No hay marinas porque se adivina en él una sensibilidad telúrica de hombre de tierra adentro que siempre desdeñó las cambiantes superficies acuáticas o los efectos atmosféricos más sutiles de la costa cantábrica (…) y apartándose de esa pintura de valores propuesta por Martiarena realiza un paisaje bronco que atiende más al fondo que a la forma».
Contenido de la exposición
La muestra constará de más de una treintena de obras, entre óleos y dibujos, correspondientes a la primera época del artista, a partir de la cual se puede entender el posterior desarrollo del universo Amable Arias. Toda esta obra forma parte de la colección de Maru Rizo, su pareja sentimental hasta su fallecimiento.
Fecha: 26 Jun - 13 Sept 2013