Jokin Leniz
La huella de la Arquitectura en Bilbao / Arkitektuaren zantzua Bilbon
SENTIMIENTOS DE VIDA
El desarrollo de mi profesión está en el origen de mi actividad artística; sigo desempeñando mi oficio de arquitecto, pero -de temperamento profundamente inquieto- he dedicado mis ratos libres a plasmar lo que la arquitectura produce en mí.
A través de mis dibujos me vinculo a los lugares en los que he vivido. Si tuviera que definir los temas que me interesan más, diría de mi obra que tiene una constante: la minuciosidad en el tratamiento de los diferentes materiales (ladrillo, piedra, pizarra, teja,…) y de los elementos arquitectónicos (arbotantes, gárgolas, pilares, capiteles,…) y de manera especial, las sombras que ellos mismos siguen produciendo con el paso del tiempo.
Además, las llagas o socavones, que los embates del mar o del viento han formado en el entorno que me rodea, me transmiten sensación de vida, y de que el tiempo y los artífices de esas obras permanecen en los dibujos que yo realizo.
Y minuciosidad también en el dibujo, plumillas voluntariamente en blanco y negro porque me encuentro más identificado en Euskal Herria, con los días de invierno y lluvia y con la atmósfera que esos elementos producen.
Sencillamente creo que mi objetivo es transmitir la serenidad y la pasión que las luces del tiempo producen en mí.
En esta primera exposición de dibujos de Bilbao, que es sólo una muestra de la variedad de sus maravillosas edificaciones, vaya mi sentido homenaje a los arquitectos que la idearon y a su obra, que desde San Antón hasta el Guggenheim han dejado una profunda huella en Bilbao y han contribuido a enriquecer el patrimonio artístico de esta gran ciudad.
Jokin Leniz Aranbarri (Bilbao, 1943.)
La arquitectura, compañera de viaje. Texto de Mª Victoria Morrás Zuazo
[…] Estos dibujos de las arquitecturas y paisajes urbanos de Bilbao no piden ser contemplados como proyectos, ni como medios o instrumentos para la planificación de un territorio. Tampoco parecen obedecer a una vocación meramente técnica y descriptiva de los edificios como obras construidas, o como productos acabados y disponibles para su comercialización, ocupación y uso. No son, pues, dibujos destinados a crear expectativas técnicas o económicas ni, por otra parte, ilusiones utópicas o especulaciones urbanísticas sobre la ciudad que ha de ser o pudiera haber sido. Más bien, a mi modo de ver, los dibujos de Jokin Leniz son expresión del objeto arquitectónico ejerciéndose en toda su complejidad. La riqueza de registros de la Arquitectura no sólo se limita a los aspectos puramente formales, y este artista lo sabe. Sus dibujos aciertan a captar tal complejidad y la insinúan como vitalidad propia de un proceso formativo y abierto, en el que el ámbito de lo urbano hubiera de reafirmarse y consumarse con el paso y, también, con el peso del tiempo. Proceso que vendría a ser, a fin de cuentas, el eje conceptual que da sentido al hecho arquitectónico y, por extensión, a ese fenómeno imponente que llamamos ciudad.
En este sentido, los dibujos que ahora se exponen estarían dando testimonio de la Arquitectura en tanto conformadora de ciudad, esto es, desde un lugar habitable, armónico y civilizado que, sabiamente, se somete al tiempo para registrarlo como patrimonio.
Aquí, las arquitecturas, trozos de ciudad, o rincones más o menos característicos de Bilbao, se nos muestran como testigos no ya de unas épocas históricas determinadas, sino del tiempo que acumulan y los ha esculpido como tales. Tiempo que, en cada momento, nos dice “en presente” cómo es tal o cual objeto o ambiente urbano. El tiempo es, por tanto, quien nos muestra en estos dibujos la presencia de la Arquitectura, su aquí y ahora, poniendo en evidencia a su vez la mutua relación que existe entre la ciudad y sus habitantes.
De alguna manera las obras de Jokin Leniz nos hablan de la compleja relación que el tiempo arbitra entre el hombre y el objeto arquitectónico en cuanto “habitantes” de la ciudad que ambos conforman. Sus dibujos captan, en ese sentido, un momento particular de ese proceso continuo, instante que, aun habiendo sido azarosa y caprichosamente elegido, posee sin embargo toda la carga y el poso de otros momentos ya perdidos. […]
Fecha: 26 Dic - 25 Ene 2003