Fernando Suárez
Paisajes asimétricos
«Fernando Suárez (Oviedo, 1966) es un escultor enormemente versátil. Su formación, su dominio del medio y su incansable capacidad creativa le permiten transitar por muy diferentes caminos, aunque éstos puedan resultar complementarios. Trabaja de forma preferente con el hierro y el bronce, pero sorprenden los múltiples recursos de los que se sirve para diversificar su producción, al investigar con materiales como la resina, jugar con el efecto multiplicador de los espejos o explotar todas las opciones que ofrece la ocupación espacial, con una singular obsesión por el movimiento y la ingravidez.
Le interesa ante todo el ser humano, y es capaz de profundizar tanto en sus vericuetos psíquicos como en las más variadas soluciones formales. Utiliza un modelo de hombre fuerte, recio, de complexión musculosa, forzada hasta los más insospechados límites. Hombre activo, inquieto, sometido a pruebas que debe superar, que salta, escala, corre, lucha o se balancea, en un continuo juego de equilibrios. Posee Fernando Suárez una inusual maestría para captar la euritmia, el gesto, el instante preciso y congelar una imagen al tiempo que estudia su potencial dinámico. Es el suyo un hombre orgánico, pero cuyos músculos están configurados con láminas y varillas de metal, y por ello es también un ser híbrido, un hombre máquina, a menudo inmerso en sugerentes ámbitos futuristas.
Pero además estudia al individuo como creador, como inventor de vehículos y artilugios o como ser que transforma su entorno. Surgen así puentes, arquitecturas y edificios singulares, desde exóticos palafitos que evocan ambientes lejanos a bloques de pisos en construcción o destruidos por el fuego, aglomeraciones urbanas o el irónico caos circulatorio mostrado en un círculo absurdo y sin fin. Toda una vertiente constructiva y estructural, a veces muy compleja, que le permite explorar nuevas y ricas posibilidades plásticas».
Moisés Bazán de Huerta. Universidad de Extremadura.
«¡Imaginemos! Pero con la seriedad con la que imaginan los niños…Con la misma capacidad lúdica y dramática con la que se montan los escenarios teatrales…Y…si cierro los ojos…así me imagino yo la obra de Fernando. ¡como un gigantesco escenario teatral! Con sus “actores” (acróbatas, atletas, guerreros, astronautas…su “atrezzo” (coches estrellados en el muro, helicópteros, artefactos voladores, restos rescatados de un naufragio…), sus “decorados” ( palafitos de lugares lejanos, cabañas orientales, naves del fantasma industrial, ciudades flotantes…y, hasta un zoológico particular), con sus “luces y sombras” y su “música de fondo”…porque aquí el silencio suena y el hierro se vuelve vibrante…Y todo vestido de oscuro y en pátina de acero…».
Mª Luisa Alonso, Critica de Arte.
Fecha: 22 Jun - 09 Sept 2016