Enrique Brinkmann
Mirar a través
Texto de la exposición:
«Vuelve el artista malagueño Enrique Brinkmann a Bilbao, cuatro años después de lo que lo hiciera en nuestra anterior galería bajo las siglas A´G Arte Gestión. La exposición que Brinkmann colgó en nuestros espacios tras 21 años de ausencia de nuestra villa, poco o nada tenía que ver con su anterior referencia de 1974, tan remota, de la desaparecida galería Lúzaro. La pintura barroca de su anterior etapa, con densas manchas coloristas de elementos surrealistas recortados sobre el fondo de los lienzos, habían dado paso con el tiempo, a lo largo de un lento proceso evolutivo, a un despojamiento como diminutos elementos orgánicos, puntos en la terminología del artista, esparcidos al principio por la superficie del cuadro con un estudiado desorden y posteriormente, formando grupos a modo de cuidados pentagramas.
En esta nueva aparición de Brinkmann en Bilbao, la evolución continua del artista queda también patente. La tendencia de los puntos ha sido la de ensancharse, mezclándose con los fondos, sobre los que se sitúan nuevos signos. La correspondencia con la música de sus anteriores obras, en las que notas y arpegios parecían emerger del silencio de los fondos del lienzo, han desaparecido por completo. Los puntos, con una presencia mucho más limitada, han dado paso al protagonismo de la mancha. Los colores, en fin, que en la etapa anterior se avivaban en sorprendentes violetas, rojos y azules han vuelto a recobrar la sobriedad del Brinkmann de comienzos de los 90.
En nuestro artista a pesar de su inquietud de cambio, hay siempre un hilo conductor que da coherencia a toda su pintura. En opinión de Corredor-Matheos “las diferencia entre lo barroco y la aspiración a la desnudez no son tan grandes como parece: puede advertirse que hay ALLÍ un enorme, indescriptible vacío, y tratar de taparlo con cosas, o por el contrario, intentar suprimir lo que le cubre. NO para ver lo que tiene dentro, como hace un niño con un juguete nuevo: el artista sabe, aunque no sea consciente de ello, que dentro no hay NADA, pero esa nada le atrae”.
Esa obsesión por alcanzar el vacío, lo que está más allá del soporte, trascender de las dos dimensiones es una constante en la pintura contemporánea. Lucio Fontana rasgaba y perforaba los lienzos y nuestros pintores más matéricos, como Tapies, Lucio Muñoz, Manolo Valdés y otros muchos, surcan en los materiales a la búsqueda de un imposible espiritual que no está en el interior de la obra, sino en el intelecto que la engendra.
En la más reciente etapa de su trayectoria, Brinkmann se mueve en esa dirección. La incursión en el espacio, la conquista de la tercera dimensión, de la profundidad, han llevado al artista a experimentar con nuevos soportes, como las telas metálicas, parcialmente cubiertas con pigmentos, los cartones y papeles especiales que desgarra y taladra para “mirar a través” de la superficie pintada.
Con todo, como tan acertadamente señala Corredor-Matheos, “lo que el artista ha sentido y espera compartir con el espectador es emoción. Estos finísimos trazos, esta nerviosa caligrafía, nos araña, no hiere y hasta nos acaricia. Como en el mejor Wols, con el que comparte sensibilidad y espíritu, pero al que no debe nada fundamental —Brinkmann ha hecho el camino por sí mismo— lo que vibra es algo muy sutil que nos afecta hondamente. Es preciso una sensibilidad extremada para realizar estos cuadros y conseguir tan diversas variaciones de un problema que, por ser profundo, es único”».
Juan Manuel Lumbreras, 2000.
Notas de prensa:
«El artista malagueño Enrique Brinkmann expone estos días en la galería Lumbreras de Bilbao. En esta ocasión, la incursión en el espacio, la conquista de la tercera dimensión, de la profundidad le han llevado a experimentar con nuevos soportes, como las telas metálicas, parcialmente cubiertas de pigmentos, los cartones y papeles especiales que a decir del director de la galería «desgarra y taladra para mirar a través de la superficie pintada«.
Brinkmann ya había pasado por Bilbao en dos ocasiones, lo que ha permitido conocer la evolución del artista malagueño. Así, Lumbreras recuerda como, en la primera ocasión, hace casi treinta años, se vio el primer cambio de Brinkmann, que había pasado de una pintura barroca con densas manchas coloristas de elementos surrealistas recortados sobre el fondo de los lienzos, a un despojamiento absoluto de las formas que se organizaban con diminutos elementos orgánicos, puntos según los denominaba el autor. Después, Brinkmann ha tendido a ensanchar estos puntos, mezclándolos con los fondos sobre los que se situaban nuevos signos.
Parte de la obra de este artista malagueño se encuentra en algunos de los más destacados
museos de todo el mundo. Así, pinturas suyas cuelgan de las paredes del Museum of Modern Art de New York, la Fundación Juan March de Madrid o el Museo de Bellas Artes de Bilbao.»
El Correo. 2 de Mayo de 2000.
«Dos pintores muy diferentes comparten estos días la galería de Juan Manuel Lumbreras. Arriba y abajo, respectivamente, puede verse la obra de Enrique Brinkmann y la de Ignacio Goitia. Si bien el primero ya había expuesto antes con este galerista, en su anterior sala de la Alameda de Urquijo en 1996, el segundo se estrena ahora aunque también hace unos meses, entre noviembre y diciembre, exhibió sus pinturas en el centro Bilbao Arte.
Resulta gratificante encontrarse de nuevo con la obra de Enrique Brinkmann (Málaga, 1938). El autor de superficies líricas, que ocupan el espacio del cuadro, presenta pinturas, trabajos sobre papel y cartones desgarrados.
Todo ello permite examinar el modo de resolver las imágenes tan característico de Brinkmann, a base de equilibrar los tonos, las manchas y los diminutos puntos. De hecho, esa armonía global lograda es uno de los mayores atractivos de su obra. Dibujante y grabador, reconocido con el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía
Nacional en 1994, Brinkmann muestra además, sus últimas experiencias sobre telas metálicas elaboradas con una intención tridimensional. […]»
El Correo. Territorios. Alicia Fernández. Miércoles 19 de abril de 2000.
Fecha: 04 Abr - 06 May 2000