Carmelo Ortiz de Elgea
Paisajes de seducción
[…] Hay un cierto pudor en todo artista en mostrar sus obras más esenciales, y más en pintores como Carmelo que ha logrado justa fama por una pintura descarnada, de hondo dramatismo y creatividad sin límites. Pero en Ortiz de Elgea hay una ilusión renovada por mostrar esta obra tan realista, fruto del arrebato ante la naturaleza y me anuncia con resolución: «Ha llegado el momento de enseñar esta obra, aunque sé que al hacerlo me muestro desnudo, porque estoy descubriendo la esencia de donde emana toda mi pintura.» Y si pudiera haber alguna duda interna sobre si el momento elegido es el más oportuno, Carmelo sitúa unos cuantos paisajes del natural junto a otros de taller y tras compararlos un instante, afirma con determinación: «Tanta pintura son estos como aquellos«. […]
Estas obras han sido realizadas del natural en estos últimos cuatro años, fruto de los viajes del artista por los montes y playas del Cantábrico, por los desérticos páramos de Almería, por la Amazonia, por distintos países africanos o por cualquier otro rincón al que se asoma el viajero impenitente que es Ortiz de Elgea. Son paisajes seducidos de un seductor de la naturaleza, pinturas que ya no nacen de las tripas ni del cerebro del artista, sino del corazón y se manifiestan a flor de piel, pinturas emocionadas que esperan transmitir al espectador el arrebato con que fueron creadas.
Juan Manuel Lumbreras, 2003. «Paisajes seducidos». (Fragmento).
Fecha: 18 Nov - 13 Dic 2003
