Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras

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Bonifacio

Dibujos

[…] Estos dibujos dinámicos proceden de la mirada que su autor ha captado de cuanto vale la pena mirar. Mucho fue lo que se encontró sin querer por la vida misma, desde la cara ovalada y sonrosada de un niño hasta un anuncio publicitario más o menos estridente, pasando por algunas pinturas del Prado después de dejar el zoo, y recordar su viaje a Oaxaca y Tloco Talpan, más esos rostros sorprendentes con los que se cruzó a largo de su andadura de hombre. Fue lo chocante aquello que quedó en su memoria…

Ahora, mientras dibuja y pinta tiene la ocasión de rescatar lo vivido, aunque de modo fragmentario. Flaubert aventuró que los fragmentos son los testimonios nupciales de la idea. De ahí ese mundo fragmentario en continuos balbuceos. No podía ser de otra manera.

Los dedos de Bonifacio mueven lápices y pinceles. En ese momento el artista se ha partido en dos. Por una parte sus dedos y por otra su cuerpo. Sus dedos son países con autonomía propia –cumplimentados todos los estatus- que en esos instantes creativos no pertenecen al ciudadano llamado Bonifacio. Personajes que parecen surgidos de patatín y patatán. Estamos ante formas extrañas, con extravagantes personajes de raros pensamientos, que les ha dado por convivir lo mismo en completa armonía que en puro disparate. Sólo el talento de la mano del autor consigue apaciguar esos desencuentros. […]

“Dos maneras de ver, entre otras muchas, 75 dibujos de Bonifacio.” (Fragmento). José Luis Merino. (Texto del catálogo de la exposición.)

Notas de prensa:

«Exponente de la abstracción gestual, trabajador intuitivo y vividor incansable, Bonifacio desea encontrarse siempre detrás de sus cuadros».

El País, 2 de octubre de 2002, M.N.

«La difícil sencillez que se desprende de su mágica mano de azúcar, está cernida sobre algo más de cuarenta años de experiencia de artista; cuarenta y tantos años viviendo obsesivamente ese juego inacabable de la forma, el fondo, el color y aquello que no tiene nombre, pero que se hace imprescindible ir a buscarlo cada día y en cada nueva obra».

El País, 7 de octubre de 2002, José Luis Merino.

«En la línea de la sorpresa y la belleza continua, Juan Manuel Lumbreras presentó en su galería la obra de Bonifacio Alonso, unos dibujos en tinta que le agarran uno por los esos del alma y le llegan al hondón». 

Deia, 2 de octubre de 2002.

Fecha: 01 Oct - 26 Oct 2002

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