El pasado miércoles 17 de enero por la tarde, el artista Berni Puig procedió a hacer una demostración en directo del proceso de arranque de la pintura mural, que ha estado realizando durante estos días en una de las paredes de nuestra galería, para transferirla al lienzo, mediante la técnica strappo. Además, aprovechó la ocasión para realizar una visita guiada a su exposición «Entrar per la finestra» a los numerosos asistentes que acudieron a la cita.

Berni Puig es un artista visual nacido en Castellbell i el Vilar (1990) que, actualmente, reside en Konvent.0, un antiguo convento de monjas de finales del siglo XIX reconvertido en centro artístico multidisciplinar.

Formado en ilustración y grabado, empezó su trayectoria como muralista con obras como Omnipresente (2020) o La Manzana (2020), que parten de la vista aérea de la zona intervenida, asignando un color distinto a cada fragmento de tierra según su uso, lo que resulta en un mosaico singular que cuenta la historia de cómo sus habitantes han intervenido el espacio y el paisaje a lo largo de los años. En esta primera etapa, las obras toman forma tanto espacios rurales como urbanos, visibilizando el trazado de la vida humana a partir del rastro que deja la compartimentación del espacio a partir de lindes y demarcaciones. Un gesto que hace bascular la obra entre la vaguedad de la abstracción pictórica y la concreción geográfica, la indeterminación y el emplazamiento singular.

En el año 2021, el primer mural de la serie Pintura Interior, realizado en una casa abandonada del pueblo de Cal Rosal, le lleva a recoger muestras de pintura desconchada del interior del edificio y a representar esas mismas tonalidades, en forma de nueve cuadrados, en la fachada del inmueble. Será a partir de este momento que la producción del artista se encaminará a la (re)construcción, a través del color, de una topografía íntima que parte del esbozo de una geografía exterior. Esta será la piedra angular de una obra, la de Puig, que habita la brecha entre lo privado y su exposición pública. Contra la ficción de una arquitectura que aspira a la eternidad y a una inaprehensible permanencia, Puig se pregunta qué queda cuando se agota el futuro y se desvanece el mito del progreso, interrogando el territorio desde el cruce entre el despoblamiento y el abandono que sufre. En esta línea, Casas Vecinas (2021) interviene un solar abandonado para recuperar la memoria histórica del edificio que allí se erguía a través de un mural que yuxtapone, en las paredes del solar vacío, los tonos de las paredes de casas adyacentes.

Paralelamente, proyectos como Plein Air (2021) o Tienda (2022 – en curso) plantean una investigación de la relación entre color y entorno, estudiando cómo la exposición a la luz solar afecta a los colores del paisaje a lo largo del día, en una meditación sobre las tonalidades identitarias del territorio. En Journée (2022 – en curso) esto dará lugar a una obra estática que refleja el dinamismo de la cronología del color. El proyecto IA Chromatic Landscape (2022), merecedor del Marcon International Urban Art Award (2022), le lleva a colaborar con el neurocientífico Joan Perramon, con quien programa la simulación, mediante un diseño generado a partir de inteligencia artificial, de una lógica creativa de geometría y color.

La voluntad de experimentar con el medio llevará a Puig a un abandono progresivo de la pared y el plano bidimensional. Así, en Plein Air, emplea la técnica del anaformismo, sirviéndose del efecto óptico para deformar la imagen de modo que esta deba contemplarse desde un ángulo y perspectiva determinados, brindando a la misma una dimensión escultórica. Por otra parte, Tienda (2022 – en curso), creada en colaboración con la fotógrafa y ceramista Anna Benet, lleva a los artistas a adentrarse en el paisaje de Andalucía para, pernoctando en una tienda de campaña, buscar los colores que singularizan esta tierra. En ella tomarán como medio la misma lona de la tienda para la creación de dípticos que reflexionan, también, sobre el concepto de casa y refugio.

En los últimos años, el artista ha optado por combinar el trabajo en exteriores y en el estudio en una renovada voluntad de catalogar la memoria involuntaria que registra la arquitectura y la ruina, esta vez a partir de la técnica strappo. Tradicionalmente asociada a la extracción del fresco románico, Puig actualiza este método cuando lo aplica al arranque de la pintura doméstica y graffiti que reviste las paredes de fábricas y casas abandonadas de las colonias textiles de la cuenca del río Llobregat.

Así pues, siguiendo con el estudio de la forma y el color que caracterizan las etapas anteriores, y presentando la pared como receptáculo de legado, la última iteración de la serie Pintura Interior usa el strappo para arrancar de la pared el palimpsesto de recuerdos que guarda. En ella, Puig superpone pequeños espacios de tiempo en una paráfrasis creativa que explora lo que Robert Smithson definió como “los espacios donde los pasados remotos se encuentran con los futuros remotos”. Rehuyendo la representación para construir un sistema de signos particular, la obra de Puig reordena y rescata lo más íntimo y precario de la pintura, ofreciendo un espacio para la inconstancia humana.

Berni Puig ha expuesto en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona y Legax Art Gallery (Barcelona), en la Térmica (Málaga), en el XVIII Young Art Exhibition (La Rioja), Mémorie (Perpignan), Adda Gallery (Ibiza), Encuentro Alfara (Salamanca), o en Konvent (Cal Rosal), entre otros, y sus exposiciones individuales “Batalla” y “Pintura Interior”, se han mostrado en el Espai 7 Plana de l’Om, el Centre Cultural el Casino de Manresa y en la Galería Lumbreras de Bilbao. En el ámbito del arte público, Puig ha participado en múltiples festivales internacionales, entre ellos el Festival Calle Libre (Vienna), el IBUG Festival (Flöha), el Festival Asalto (Zaragoza), el Festival Poliniza Dos (Valencia) o el Festival Cultura en la Calle (Madrid). Su obra ha sido distinguida con el Premio Biennal de Arte Contemporáneo TAV-CC (2023), la Mención de Honor del Festival de arquitectura y diseño Concéntrico (2023), el Premio de Pintura Climent Muncunill Roca (2021), el Premio Contemporanis (2020) y el Premio Tendències Regió 7 (2018).