Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras

Acompañamos a Lertxundi en la inauguración de Topaketa

El Ayuntamiento de Bilbao ha inaugurado oficialmente, en la mañana del 15 de marzo, la escultura “Topaketa”, del artista Mikel Lertxundi, instalada en la explanada de las Torres “Isozaki Atea”, en Alameda de Mazarredo.

“Topaketa” plasma el interés del artista en experimentar con las cualidades y el comportamiento de los materiales. La combinación de estos con otros elementos de la naturaleza como el agua, el aire y el fuego, otorga a sus creaciones un equilibrio y un dialogo atemporal con el entorno.

Esta obra fue parte del Festival Loraldia 2019 y era una de las siete obras de gran formato de Mikel Lertxundi que formaba parte de un recorrido escultórico por distintos puntos de la ciudad. Finalizado el festival, la mayor parte de las esculturas fueron retiradas. No obstante, diversos colectivos sociales y vecinales solicitaron que la pieza instalada en “Isozaki Atea” permaneciera en dicho emplazamiento. Desde el año 2019, la escultura “Topaketa” del artista Mikel Lerxundi permanece expuesta en ese céntrico espacio de la capital vizcaina.

“Topaketa” está compuesta por tres piezas unidas entre sí con medidas 495 x 240 x 298 cm. Realizada en el año 2008 en madera, hierro y piedra, “Topaketa” ofrece un mensaje diferente a cada persona que la contempla, invitando a ser palpada y recorrida tanto visualmente como corpóreamente. Sus juegos de formas y volúmenes escapan de las referencias estéticas tradicionales, dejando ver sus llenos-vacíos, entrantes-salientes y luces-sombras que hacen que el público pueda admirar la naturaleza que le rodea a través de las puertas, ventanas y huecos que le dan esa apariencia tan especial. La obra busca el diseño que le piden los propios materiales que la conforman.

Esta escultura es una fiel representación del modo que el artista Lertxundi tiene de ver el mundo e interpretar la naturaleza de la que se siente parte. Sus formas, volúmenes y juegos de luces y sombras dialogan con el entorno de “Isozaki Atea” y la Alameda de Mazarredo, transmitiendo una sensación austeridad y equilibrio con el medio natural.

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