Eduardo Vega de Seoane
Pintura espacial
El pintor Eduardo Vega de Seoane (Madrid, 1955) vuelve a nuestra galería por cuarta vez para presentarnos su trabajo más reciente.
Espacio, signos, escrituras, movimiento, color son algunos de los elementos contenidos en este mundo pictórico. En él la emoción es fundamental, la vida es movimiento y cambio y esta es una pintura vital y que toca a los sentimientos.
La plástica que viene desarrollando el artista a lo largo de dos décadas es un reto continuo por traspasar los límites de su propio lenguaje, un hálito de pensamiento, una profundización de la mirada y una depuración de sus instrumentos de pintor, que se manifiesta en un aislamiento de aquellos elementos, anteriormente yuxtapuestos entre sí y con los fondos de la tela.
Toda su pintura está puesta al servicio de lo que nos quiere expresar, su mundo interior, que inevitablemente contiene también un discurso del mundo exterior. En ella el espectador es el protagonista, debe hacer suyo este mundo pictórico y moverse en él a su antojo abriendo la puerta a la libertad.
Texto para el catálogo de la exposición [extracto]:
«El poeta trabaja con el instante, se regula a través de la intuición, se deja arrastrar por lo espontáneo; fija la amplitud de su mirada en un detalle que podría parecer nimio, hace mitología de lo infinito; deja los límites abiertos para que la obra insinúe, para que rebase sus propias dimensiones; el poeta se diluye en el propio proceso de creación, es hijo de su obra. Vega de Seoane, en ese sentido, opera igual que opera el poeta…
… Desde mi primer acercamiento a la obra de Vega de Seoane sentí exactamente esa ligazón: me hallaba ante un poema mudo, un poema del color, un poema que no requería de la palabra para hacerse voz en la recepción visual del espectador. Pero iba más allá. La pintura de Vega de Seoane tiene la virtud de cantar, virtud que comparte con la poesía más alta».
PINTAR UN POEMA QUE CANTA, Javier Vicedo Alós, 2016.
Fecha: 15 Sept - 22 Oct 2016