Ignacio Goitia
Nel giardino incantato. Alegorías para una fiesta en el jardín de una villa Florentina.
En la primavera del 2022 recibí el encargo de realizar una serie de imágenes alegóricas en forma de cartuchos recortados de inspiración manierista para utilizarlos como escenografía efímera en una fiesta que unos coleccionistas suizos, amantes tanto del arte clásico como contemporáneo, organizaban en los jardines de su Villa Palazzo a las afueras de Florencia.
El acontecimiento, que estuvo organizado por la compañía internacional de eventos Le Basque Europa afincada entre Miami y Bilbao fue todo un éxito. Alejandro Muguerza, su director artístico y uno de los propietarios de dicha compañía fue el creador del proyecto.
La idea de la escenografía efímera ha tenido una evolución fascinante desde que el faraón Ptolomeo II, destacado impulsor de las artes en el Antiguo Egipto, encargase erigir un espectacular pabellón para acoger uno de sus banquetes. Desde sus inicios, este tipo de construcciones estaban al servicio de los poderes políticos o religiosos y las estructuras resultantes solían ser un ejercicio de exuberancia, una exaltación de la riqueza o una muestra camuflada de autoridad.
La escenografía efímera se consolidó durante el Renacimiento y vivió su apogeo en el Barroco, cuando artistas como Bernini diseñaron, como una faceta más de su creación artística, numerosas construcciones perecederas con motivo de las celebraciones importantes del momento. Es el caso del cuadro que Giovanni Paolo Panini pintó en 1731 de la Piazza Navona de Roma engalanada con los preparativos para celebrar el nacimiento del Delfín. Es por ello que elegí esta obra como base para uno de los fotomontajes que forman esta exposición: Romería en Piazza Navona.
A pesar de su naturaleza temporal, este tipo de obras no tienen por qué ser más sencillas o de peor calidad que cualquier otra diseñada para permanecer en el espacio y el tiempo. En realidad, son proyectos que exigen una larga elaboración y complejidad. Dicho esto, empujado por mi inclinación a sacar el mayor partido posible a mis esfuerzos y mi tiempo, decidí aprovechar todo aquel trabajo con el que transformamos los jardines de una villa florentina para crear obras que sortearan su inicial concepción de fugacidad y perduraran en el tiempo.
Con estos antecedentes en mente, recibí recientemente una propuesta desde la galería Juan Manuel Lumbreras para crear una nueva exposición para esta sala. Pensé de inmediato en aquellos elementos previamente concebidos para el festejo en Florencia, decidí crear nuevas obras relacionadas con aquel tema y consideré, además, que utilizar el formato de instalación sería el más adecuado para este proyecto.
Pocos meses antes de mi primera visita a aquella Villa Palazzo, Rusia había invadido Ucrania y a los propietarios les pareció oportuno hacer una acción benéfica para recaudar fondos y destinarlos a las víctimas del conflicto bélico. Así, lo que iba a ser una celebración para amigos se convirtió también en un acto solidario en contra de la guerra. Este pensamiento también me guio a la hora de crear esta nueva exposición y comencé a realizar una serie de foto montajes, a los que he bautizado como ‘fresco-montajes’, donde militares uniformados invaden paisajes bucólicos de tradición clasicista y que completan la muestra.
Durante los numerosos viajes que realicé para preparar el evento, aproveché para visitar diferentes ciudades italianas y fotografiar con mi cámara de alta definición sus correspondientes monumentos cargados de frescos y pinturas. Todo este material me ha servido de base para la realización de las series de ‘fresco-montajes’ que se presentan en este catálogo.
El programa iconográfico de estas obras se divide en dos partes:
Por un lado están los grandes cartuchos alegóricos que estructuran y recorren el espacio expositivo, como si de un Giardino Incantato cargado de alegorías se tratara. El imaginario elegido es una mezcla de personajes mitológicos, alegorías relacionadas con los ciclos de la naturaleza y alguna que otra invención de mi cosecha.
Por otro lado, las obras de menor formato que cuelgan de las paredes no hacen solo referencia a la destrucción que acarrea toda guerra, son también una reflexión sobre el desinterés por la tradición que impera en el mundo del arte actual, tradición que ciertos sectores del arte contemporáneo, voluntaria o involuntariamente, parecen querer eliminar.
Sirviéndome de los últimos avances tecnológicos en impresión digital, y con la colaboración del Laboratorio para el Arte Estudios Durero, he podido crear esta serie de obras de excelente calidad técnica. La tirada de cada pieza es de 7 ejemplares.
Espero que disfruten de esta muestra tanto como yo lo he hecho al crearla.
Ignacio Goitia
Fecha: 27 Oct - 09 Dic 2022