Espacios para el diálogo
Por amor al arte
Notas de prensa:
«“Hay de todo, porque hemos querido mostrar una exposición con la mayor variedad posible, siempre que fueran parejas, con vínculos familiares o sentimentales” explica el galerista Juan Manuel Lumbreras.
Las parejas que se han formado al compartir la profesión — “matrimonios y parejas de hecho” dice Lumbreras—. Padres e hijos, hermanos y parejas muestran pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, obra gráfica, ilustraciones, cerámicas o instalaciones, sin limitaciones estilísticas».
El País, 12 de julio de 2004, E.L.
«La presente edición de la colectiva de verano “Espacios para el diálogo” se inauguró bajo el título Por amor al arte en la galería Juan Manuel Lumbreras, ha recogido en su espacio expositivo las creaciones de un total de 16 parejas de artistas.
La selección de los trabajos que se exhiben se realizó, según informó Juan Manuel Lumbreras, buscando la diversidad de técnicas, de forma que en la galería se pueden encontrar tanto pinturas como esculturas, fotografías, cerámicas, instalaciones y obra gráfica».
Diario Gara, 19 de julio de 2004.
«Por amor al arte es una curiosa colectiva en la que participan 32 artistas. No es una exposición de tesis, pero casi, dado que los autores están reunidos de dos en dos por los especiales vínculos que existen entre ellos. La proximidad física está asegurada, puesto que algunos forman pareja y otros son hermanos o tienen parentesco paternofilial.
Son muchas las parejas que se muestran, otras tantas más existen en un entorno próximo. Las relaciones personales y artísticas son muchas, a veces difíciles, a veces pueden llegar a ser más complementarias».
Diario Gara, 31 de julio de 2004, Xabier Sáenz de Gorbea.
«CUALQUIERA que sienta cierta fascinación por el hecho creativo y se cuestione por el mismo habrá meditado en alguna ocasión sobre cómo se despliega éste en la rutina diaria. La cuestión, interesante de por sí, da una vuelta de tuerca cuando hablamos ya no solamente del creador a título individual, sino que lo consideramos en su relación con un ser cercano (pareja, hermano, hijo…) que también dedica su existencia a la creación. Aquí relación, en torno al arte, se articula entre una mujer y su marido, cuando ambos son pintores? Aquí influencias hereda el hijo de artista en su propia obra? Así cómo puede ser enriquecedora, ¿también podría ser perjudicial la influencia vitalmente cercana de otro modo de entender el arte? ¿Pueden las trayectorias de dos creadores cercanos permanecer inmunes a las influencias mutuas? Las cuestiones en torno a este tema, de corte casi literario, serían innumerables. Quien se sienta atraído por ellas, tiene la oportunidad, hasta el 15 de septiembre en la Galería Juan Manuel Lumbreras, de ver reunida en una sola muestra obras de artistas vascos que guardan entre ellos alguna relación de parentesco. La exposición, titulada «Por amor al arte», incluye piezas de artistas que son o han sido pareja, de padres e hijos o de hermanos. Como no podía ser de otra manera, se trata de una muestra muy heterogénea, tanto en formas como en calidad, que encuentra el techo en un grabado de Eduardo Chillida, y los sótanos en el subproducto comercial disfrazado de culture jam de la revista Eseté, de Ricardo Antón, prueba de que la creatividad no se hereda. De entre todas las piezas destacan las pinturas de Alfonso Gortázar y Merche Olabe, la escultura Patera, de los hermanos Roscubas, ya clásico ejemplo de trabajo en grupo en el mundo del arte, y el interesante diálogo que se establece entre la obra de Eduardo Sourrouille y la de Ignacio Goitia, con motivos coincidentes en los trabajos de ambos.»
Periódico Bilbao. Agosto, 2004.
Fecha: Julio - Septiembre 2004