Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras

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Antón Hurtado

Figuras del sosiego

[…] Antón Hurtado se ha rodeado con sus obras de tranquilidad y silencio, puesto que si el horizonte ultimo es la renuncia cual gesto imperceptible de una sabiduría ciega, existe una labor creativa que trata de ser capaz de mostrar vestigios de esa quietud en su producción presente. ¿Por qué este empeño en reflejar la calma de un añorado refugio? Precisamente por tratar de encontrar lo permanente, aquello que suponga un verdadero amparo para nuestras ansias. Así, la tensión más definitiva se instala en el arte: querer lo imposible, aquello que de lograrse anularía toda posibilidad. Como diría el poeta: “ser como la piedra, un lugar nada más”, un ansía de totalidad que es en realidad una nada pero que el artista puede plasmar como un atisbo del estadio concluyente de su quehacer. El arte se descompone, la pintura se fragmenta y se hace irreconocible para el neófito, pero el creador encuentra, gracias a esta su obsesión por el limite, en lo que innumerables veces se calificará como extraño y destructor, un territorio amigo, un universo propio que proyecta un mínimo de tranquilidad y permite un reposo momentáneo. La profundización en este paisaje personal va generando un decurso, una trayectoria fruto de la reflexión conceptual y del desarrollo de los artificios creativos. Pensamiento y plasticidad, razón y emoción, elementos siempre insoslayables para acercarse al arte, se hermanan definitivamente aboliendo toda contradicción en el seno de la paradoja misma, puesto que nos hallamos ante la presencia estética de lo inagotable por la palabra.

El camino creativo de Antón Hurtado está claramente vinculado a la pintura del paisaje. Un procedimiento que de serlo figurativo ha ido concentrándose en aquellos elementos vitales para el artista, tornándose por mor de su intenso trabajo de estudio en paisaje personal e irrepetible. Incluso sus acuarelas, realizadas estas en entornos naturales ya apuntan hacia aquellos motivos plenamente desarrollados en el resto de su obra pictórica y escultórica. Formas simples y reacias a la narratividad se apoderan de esta muestra de sus últimos trabajos. Observamos numerosos volúmenes, casi todos ellos caracterizados por la marca de una fisura, de una abertura que permite adentrarse en un cobijo interior o por una contorsión en la figura que genera un espacio que invita al recogimiento. Huecos, puertas, remansos, naves industriales abandonadas, formas femeninas que invitan al acercamiento, pirámides hendidas, ensenadas y muelles marítimos, placidos brazos de agua, edificaciones solitarias en plena naturaleza, esculturas de fabricas improductivas, son todas sugerencias de un manso refugio. La calma y el silencio planean por todas estas obras y así, gracias a estas figuras del sosiego, no adentramos en esa placidez de la que tan necesitados nos hallamos frente al ensordecedor espectáculo de la vida circundante.

Mikel Iriondo. Figuras del sosiego.

Notas de prensa:

«La inquietud, la búsqueda del lugar donde depositar las ideas, hace que la obra de Antón Hurtado continuamente se derive hacia lados opuestos: siga hacia delante para posteriormente regresar a sus orígenes. 

Donde vemos sólido a Hurtado es precisamente sometido a las tres dimensiones, aunque sus obras en este espacio no adquieran la rotundidad de la escultura, sino que también anden buscando su destino en lo universal, nadando entre dos aguas: pintura-escultura.

Antón está en el estratégico momento de dar el salto hacia el vacío, que no es más que un paso valiente al frente, sin mirar atrás. El pasado no es más que historia». 

El Mundo, 5 de diciembre de 2001, Javier Urquijo.

«Figuras del sosiego, de Antón Hurtado, versa sobre la sabiduría del decir sin euforia que bien pudiera ser ese mencionar calladamente y sin grandilocuencias del que hace gala esta exposición.

Tras su última aparición en esta sala bilbaína hace ahora dos años, Hurtado retorna a tierras vascas para mostrar sus creaciones más recientes. Son ya más de una veintena las muestras individuales celebradas por el artista en nuestro país, además de numerosas colectivas y ferias de arte en las que viene participando desde los años noventa». 

Punto de las Artes, 30 de noviembre de 2001, A.G.R.

«Prolífico como pocos artistas, Antón Hurtado muestra un extenso repertorio con más de un centenar de sus últimos trabajos agrupados bajo el título Figuras del sosiego. La exposición demuestra la personal implicación que el artista mantiene con su trabajo a través de una apuesta potente cuyo montaje y disposición de piezas ha sido cuidado al detalle.

Sugerente y resulto, Antón Hurtado se libera de ataduras pictóricas anteriores y emprende un diálogo abierto con la naturaleza y sus formas». 

El Correo, 5 de diciembre de 2001, Alicia Fernández.

Fecha: 20 Nov - 15 Dic 2001

Obras