Rooms

Uno se pregunta si asomarse a la intimidad ajena no es siempre un acto obsceno, aunque se haga con la mejor de las intenciones. Las fotografías que componen este trabajo de Ricardo González están hechas en las habitaciones de un hostal de Valladolid en el que, por algún proceso de intereses económicos especulativos, las personas que allí estaban debieron abandonarlo precipitadamente, e incluso en algunos casos no pudieron siquiera regresar a por sus pertenencias. Pero no es este el interés de la narración, sino que más bien se trata de aprovechar el statu quo de estos lugares para ir un poco más allá y proponer una reflexión sobre conceptos aparentemente claros, como las ideas de lo privado y lo público, o sobre los lugares y personas que se encuentran al margen, fuera de los valores sociales en alza, en una especie de carretera de segundo o tercer orden, que transcurre paralela y casi oculta a las grandes autopistas.

Las habitaciones de hostales y pensiones son lugares que contienen la promesa de una privacidad limitada. En este hostal se alquilaban habitaciones para estancias de uno o dos días o bien por unas horas a las prostitutas de la Plaza Mayor de Valladolid. Junto a esto también encontramos habitaciones donde se pasaban estancias de años, se puede decir que vivían allí. Para todos ellos, por más o menos tiempo, estos espacios debían convertirse en el lugar íntimo, el único territorio privado del que disponían. Pero en un momento en el que cada vez es más evidente la pérdida de la intimidad, el secuestro de los lugares privados a través de códigos publicitarios estereotipados, la ilusión de privacidad aparece como algo ilusorio e inalcanzable.

La potencialidad del medio fotográfico para hablar de la gente por su ausencia, de la vida de la gente a través de rastros y huellas nos conduce indefectiblemente al objeto último de todo este discurso: el hombre.

Una cierta melancolía impregna los lugares y objetos que han sido abandonados o desechados, como estas habitaciones que aquí vemos. El hecho evidente de que se encuentren fuera de la imagen social más valorada, fuera del tiempo, las convierte en lugares poéticos que nos acercan al lado  patético de la vida.

Como escenarios de películas, claramente fuera de la realidad actual que todos conocemos, estas imágenes tratan de construir un contrapunto ético a la ideología dominante, de poner en cuestión los mitos actuales de lo privado y lo íntimo, y de hablar de toda esa gente apartada que se va quedando al margen.

Ricardo González, 1957, (Neila, Burgos) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid. Fotógrafo de formación autodidacta, expone su obra personal desde 1980. Compagina esta actividad con la  investigación en el campo de la Historia de la Fotografía.

La colección “Rooms” consta de 14 fotografías sobre “habitaciones” (130 x 130 cms.), 2 fotografías de “fichas” y “llaves” (105 x 105 cms.) y 6 fotografías de “detalles” (40 x 40 cms.). De cada una de ellas se han realizado 5 copias sobre papel RL ENDURA DE KODAK.

Fecha: 22 Sept - 21 Oct 2006