Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras

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Ángel Cañada

Antología de la acuarela. “50 años en el arte”

Tengo que confesar, al empezar, que mi afición y luego dedicación al mundo del arte, fue por indicación de mi padre. Visto mi nulo rendimiento en los estudios me ordenó que me dedicase a trabajar en el taller familiar, en el ramo de la pintura: es decir, que empezase como aprendiz de pintor vidriero. Al principio como agregado pues no tenía la edad reglamentaria de los 14 años.

La verdad es que no puedo recordar una fecha ni acontecimientos que me empujase a pintar. Simplemente me empezó a gustar.

En los primeros años mi mayor obligación era el dibujo; Museo de reproducciones, Artes y Oficios, etc.

Comencé a cogerle el gustillo al dibujo y pensé a los 15 o 16 años que dedicarse a eso parecía cosa bonita y agradable.

Más tarde quise probar en la pintura; la Asociación Artística Vizcaína (A.A.V.) fue mi primera escuela, donde con otros jóvenes bilbaínos nos fuimos aficionando al Arte y comprendiendo que era un campo donde todo se podía hacer, sin limites ni barreras.

Al principio te cuesta aprender “cómo” se puede hacer. Cuando ya lo has aprendido es cuando vienen los problemas; “qué” se puede hacer.

Solo depende de ti. Todo depende de ti, no hay limites. Es bonito y estimulante, pero también preocupante.

Empiezas a mirar, a intentar comprender, lo que puede suponer y la dedicación que necesitas para hacer algo que pueda resultar importante y bello, no solo para ti, sino también para los demás.

Meterte en el mundo del Arte, con todas sus consecuencias, con todas sus exigencias y sus gratificaciones.

En la A.A.V. había pintores profesionales, aficionados y estábamos los de la academia. Además pasaban por ésta, pintores que exponían en Bilbao y les gustaba charlas con nosotros y contar experiencias. Un mundillo muy agradable.

Para los acuarelistas fue nuestro maestro Ceferino Olive, Maestro acuarelista que dominaba todos los registros y me enseñó todo lo que se puede hacer en este Arte.

Lo que me decidió a seguir este camino del Arte, fue un hecho trivial, pero para mí muy importante. Gané mi primer concurso de pintura (el segundo premio), lo que me dio a entender que podía hacerlo.

Además, para mí resultaba particularmente cómodo, pues el Arte de la vidriera (mi oficio) una vez pintado había que cocerlo; muchas veces te modificaba tu trabajo el fuego.

Debido ya a ser pintor acuarelista, te das cuenta que estás solo; tú tienes que decidir lo que quieres hacer y cómo vas a hacerlo.

Algunas veces salíamos a pintar al natural con otros pintores, algunos ya profesionales; asistimos a exposiciones, conferencias y todo lo relacionado con el Arte. Un mundo nuevo e ilusionado para mis 20 años.

Pronto te das cuenta de que no bata con hacerlo bien. Hay que darle personalidad, tu sello personal. Lo más difícil.

Comentando con los profesionales cómo se consigue eso, la respuesta siempre era la misma; algún día lo verás, algo te hará ver cuál será tu camino. Es decir, no hay que buscar, lo hallarás en tu obra.

Estos fueron mis principios y hoy, 50 años después, me presento ante vosotros, bilbaínos y bilbaínas, para enseñaros todo lo que ha sido esta afición a través de medio siglo, mejor diría una muestra…

Todos no puedo porque he contado alrededor de 1.300 obras!

Ángel Cañada

Notas de prensa:

«Pero Ángel Cañada, inquieta mirada, contactó enseguida con los nuevos lenguajes, usándolos con valentía aun sin entender bien su discurso. Y así ha transitado por diversos caminos. La muestra que nos ocupa demuestra la enorme fertilidad de su imaginería, que va desde el desnudo desligado del encaje académico, al constructivismo más esencial, pasando por el paisaje rural y urbano en estado etéreo, desprovisto de toda anécdota y el peso arquitectónico.

 Fundamentalmente, Ángel Cañada tiene en su personalidad la libertad y el control de la mancha. Transforma la aguada en densidad atmosférica, o en luces y sombra con precisa imprecisión por la geometría esencia de los puertos pesqueros. Da expresividad y potencia al agua.  

 El resultado ya es parte de la historia. Está escrito en los viejos anales del arte vasco del viejo siglo XX, lugar desde donde Ángel Cañada observa la vida con tímida arrogancia, convencido de que su afición ha servido para impulsar hacia adelante el extraño símbolo de la duda». 

 El Mundo, 20 de junio de 2001, Javier Urquijo

Fecha: 05 Jun - 30 Jun 2001

Obras